Chola soy y no me compadezcas
Que esas son monedas que no valen nada
Y que dan los blancos
como quien da plata
Nosotros los cholos no pedimos nada
Pues faltando todo
Todo nos alcanza
Déjame en la puna, vivir a mis anchas
Trepar por los cerros
detrás de mis cabras
Arando la tierra, tejiendo los
ponchos, pastando mis llamas
Y echar a los vientos la voz de mi quena
¿Dices que soy triste,
¿qué quieres que haga?
No dicen ustedes que
el cholo es sin alma
Y que es como piedra,
sin voz, sin palabra
Y llora por dentro, sin
mostrar las lágrimas
Acaso no fueron los
blancos venidos de España
Que nos dieron muerte
por oro y por plata
No hubo un tal pizarro
que mató a atahualpa
Tras muchas promesas, bonitas y falsas
Déjame en la puna vivir a mis anchas
Trepar por los cerros
detrás de mis cabras
Arando la tierra, tejiendo los
ponchos, pastando mis llamas
Y echar a los vientos la voz de mi quena
Déjame tranquila, que aquí la montaña
Me ofrece sus piedras, acaso más blandas
Que esas condolencias que tú me regalas
¡Chola soy... y no me compadezcas!