Divino compañero del camino,

tu presencia siento yo al transitar;

El ya ha disipado toda sombra,

ya tengo luz, la luz bendita de su amor.

Quédate, Señor, ya se hace tarde,

te ofrezco el corazón para posar;

hazlo tu morada permanente,

acéptalo, acéptalo mi Salvador.

La sombra de la noche se apro ima,

y en ella el tentador acechará;

no, me dejes solo en el camino,

ayúdame, ayúdame hasta llegar.

Quédate, Señor, ya se hace tarde,

te ofrezco el corazón para posar;

hazlo tu morada permanente,

acéptalo, acéptalo mi Salvador.

Quédate, Señor, ya se hace tarde,

te ofrezco el corazón para posar;

Hazlo tu morada permanente,

acéptalo, acéptalo mi Salvador.

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