Era un hombre solitario
que vivía de limosnas
hasta que paso Jesús
y su vida transformo.
Era Bartimeo el ciego
que sentado en el camino
oyo que paso Jesús
y clamando se paro.
Su clamor era profundo,
tan profundo que el Maestro
con la grande multitud
claramente oyó su voz..
No clamaba con sus labios
sino con su corazón
y DIOS nunca a despreciado
el humilde corazón
Ten misericordia,
ten misericordia de mi
le gritaba Bartimeo
y Jesús oyó su voz
Ten misericordia,
ten misericordia de mi
le gritaba Bartimeo
y Jesús oyó su voz
(instrumental)
Ten misericordia,
ten misericordia de mi
le gritaba Bartimeo
y Jesús oyó su voz
Ten misericordia,
ten misericordia de mi
le gritaba Bartimeo
y Jesús oyó su voz