Para toda mi gente de Sonora, puras del rancho, era cabrón el viejo plebone, márcale compadre, jalado viejo.
venía bajando del cerro en su cuaco cimarrón.
Huyendo de aquel teniente al mando del pelotón
Lo que no sabían los guachos es que el viejo era cabrón.
Paulino sembraba gota en el barranco del cerro
Pero no se imaginaba que alguien le pusiera el dedo.
Por eso los federales los traían al puro pedo.
Les preparo la emboscada a la orilla del camino.
Se pensó dos pelicasos, también un trago de vino.
Van a saber estos vatos quién es el viejo Paulino.
¡Ánimo compa Checo!
¡Y arriba Santa María de Los Ángeles Jalisco viejo!
Y el trote de caballos.
Paulino se la jugaba y siempre salía vivo.
No más caló al llamador de su fiel cuerno de chivo.
O más me falta el soplón para acabar de vengarme.
según mi punto de vista se me hace que mi compadre
Voy a buscarlo a su rancho para partirle su madre.
Habrá muchas despedidas, pero como esta ninguna.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, cinco, cuatro, tres, dos, una.
Siempre fue cabrón Paulino, desde que estuvo en la cuna.