Silvia juliana mesa, la consentida de franco.

Tú tienes un encanto que a cualquiera trastorna.

Por eso yo ando loco, ando loco de amor.

Hasta de madrugada camino por tu barrio.

Ya piensa el vecindario que yo soy un ladrón.

¿tú qué sabes lo que hago?

Dile que no soy malo.

Lo que pasa es que te amo y perdí la razón.

Ahora todos se acuestan temprano porque temen que ese joven raro

Algo se puede robar.

La patrulla me está vigilando, está pendiente de todo lo que hago.

Para poderme arrestar pero se van a quedar con los que posecho

Porque en la cima del entrante me disfrazaré, voy a llegar diciendo que soy jardinero.

Y todas las mañanitas, cuando tú salgas en batica.

Como una linda florecita yo te veré, yo te veré, yo te veré.

Yo te veré corazón y te hablaré, y te hablaré.

Y te hablaré de mi amor.

Ariel gómez, carlos figueroa, gustavo mantilla, el chiqui.

¡ay, hombre!

Yo tengo muchos planes para parte de mi vida.

Y si alguno me falla, platico los demás.

Al frente de tu casa pondré una tiendecita.

Solo con el pretexto de poderte mirar.

Las cosas que tú compres, te las voy con caricia.

Yo sé que tú me pagas con amor y algo más.

Por las tardes me vuelvo cartero y en una bicicleta te llevo.

Todas mis cartas de amor.

Para no marcharme tan ligero, tú me dices delante tu viejo, tómese un tinto señor.

Me voy a hacer el enfermo del corazón, para que el médico diga que si es verdad.

Que tengo un mal que solo se puede curar.

Como una linda muchachita.

Que vive allá en una casita, y en la receta me ponga tu dirección.

Y así podré, y así podré jurarme de este dolor.

Y dejaré, y dejaré de ser un loco de amor.

Corresponde, corazón, que soy tuyo.