El reloj de cuerda suspendido,
El teléfono desconectado,
En una mesa dos copas de vino,
Y a la noche se le fue la mano…
Una luz rosada imaginamos
Comenzamos por probar el vino
Con mirarnos todo lo dijimos
Y a la noche se le fue la mano…
Si supiera contar todo lo que sentí,
No quedó un lugar que
no anduviera en ti.
Besos, ternura, qué derroche
de amor, cuánta locura
Besos, ternura, qué derroche
de amor, cuánta locura
Que no acabe esta noche,
ni esta luna de Abril,
Para entrar en el cielo,
no es preciso morir…
Besos, ternura, qué derroche
de amor, cuánta locura
Besos, ternura, qué derroche
de amor, cuánta locura…
Parecíamos dos irracionales,
que se iban a morir mañana…
Derrochamos, no importaba nada,
las reservas de los manantiales
Parecíamos dos irracionales,
que se iban a morir mañana…
Si pudiera contar todo lo que sentí,
No quedó un lugar que
no anduviera en ti.
Besos, ternura, qué derroche
de amor, cuánta locura
Besos, ternura, qué derroche
de amor, cuánta locura
Que no acabe esta noche,
ni esta luna de Abril,
Para entrar en el cielo,
no es preciso morir…
Besos, ternura,
y la noche es testigo de esta
inmensa locura
Besos, ternura,
nuestra ruta de
amor se convierte en ternura...
Besos, ternura, qué derroche
de amor, cuánta locura
Besos, ternura, qué derroche
de amor, cuánta locura...
¡Besos!