Sé de una isleña muchacha,
aislada está del montón,
amando al mar y a su pueblo,
le da a su familia honor,
a veces con todo en contra
la historia te va a marcar,
pero esas marcas revelan tu lugar,
tu gente y su amor te cambian,
te guían las enseñanzas
y nada haré que calle
la dulce voz que llevas dentro,
que te diré suavemente:
«Moana llegaste ya, Moana escucha:
¿Quién soy yo...?
soy la que ama a mi isla
y al ocí ano también,
me llama,
yo soy la hija del que manda aquí
y de viajeros provengo yo
que el mundo han cruzado ya,
me llaman,
a esta tierra
los conduje así,
he viajado lejos,
lo que aprendí soy yo
Exterior no es la voz,
es clamor desde el alma,
oleaje leal siempre que sube y baja
y contigo yo sigo el camino
has de guiarme,
sabrí enfrentar lo que vendrá,