Ok, guau, se pierden las medias negras con todo gusto, cómo no.

Ok, hay eso, dice...

Lo primero que mi reino va a ser cruzar la puerta

Un hermoso par de piernas cubierto con un millón de...

En el banco de Navarra lanzaba a mirar a su jefe

prometiendo con sus ojos noches de pasión eterna.

Era una mujer extraña, se veía cara a su ropa.

El hombre me dijo, hola, quiero invitarte a una copa.

Ella dijo al cantinero, un champaña por favor.

A mí sí vale un tequila, pero que sea del mejor.

Ella llevaba media esfera de eso bien me acuerdo yo.

Cuando le dije hoy llamo, dijo claro, ¿por qué no?

Tu cuerpo pegado al mío, la sangre me borotó.

Y después de dos canciones en la boca me besó.

Bueno, no te le paso las medias negras de un bolero.

También volaron mis alzas que en tu cuerpo aterrizaron.

En sublime comunión nuestros cuerpos se juntaron.

Hicimos amarnos mal, pero las vueltas nos faltaron.

Desperté como a las nueve, no sé qué hora se marchó.

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Me buscaron aquel bar, pero ya nunca volvió.

Me dejó los medios negros, pero mi alma se llevó.

La complacimos con mucho gusto por la gente bonita, con todo gusto.

Vamos a ver el corrido de Don Silvano otra vez, vamos a complacerla como no.