Muy pronto viene al que anunciamos
al que anunciamos y nos llevará.
a esas mansiones te ha preparado en esa hermosa y bella ciudad tiene sus calles
Bañadas de oro y en esa misma un mar de cristal Ay, no habrá llanto ni más tristezas, sólo alabanzas
¡Al Rey de Paz!
al rey de paz.
Jerusalén, Jerusalén, eres hermosa en verdad,
Señor bendito, dame tu gracia.
para llegar.
¡Jerusalén!
Nada te puede igualar, Señor bendito, sólo los tuyos.
podrán llegar.
y en sus talles bañadas de oro
y en esa misma un mar de cristal.
Ay, no habrá llanto ni más tristezas, sólo alabanzas,
Al Rey de Paz.
Ay, no habrá ya, No digas tristezas, Solo alabanzas,
Jerusalén, eres hermosa en verdad.
Señor bendito, dame tu gracia.
para llegar.
Jerusalén, Jerusalén, nada te puede igualar
Señor bendito, sólo los tuyos.
podrán llegar.