Nadie tiene dueño Aunque un alzare haya pisado Aunque un cura haya jurado
ni porque use un anillo marcado, nadie tiene dueño.
Nadie tiene dueño Me tienes ganas, puedo notarlo
Con tu mirada me lo dices todo No sientas pena en lo que sientes Porque eso mismo yo lo estoy sintiendo
Ganas de probar tus besos Ganas de comerte el alma
Ganas de tocar tu cuerpo Ganas, nos tenemos ganas
Ganas, ganas, ganas, las que yo te tengo
Ganas, ganas, ganas, las que nos tenemos
Ganas, ganas, ganas, las que yo te tengo
Ganas, ganas, ganas, las que nos tenemos
tenemos ganas
¡Mateo de Dios!
¿Para qué más?
Ni el altar, ni el cora, ni el anillo pueden evitar
Que yo sea tu dueño, ganas de probar tus besos.
Ganas de comerte el alma Ganas de robar tu cuerpo
Ganas, nos tenemos ganas
Ganas, ganas, ganas, las que yo te tengo
Ganas, ganas, ganas, las que nos tenemos
Ganas, ganas, ganas, las que yo te tengo
Ganas, ganas, ganas las que nos tenemos
Nos tenemos ganas