A dónde te irás volando,
por esos cielos,
Brasita negra que lustra
la oscuridad,
Detrás de tu vuelo errante
mis ojos gozan,
la inmensidad,
la inmensidad.
Veleros de las tormentas
se van las nubes,
Y en surcos de luz dorada
se pone el sol,
Y como sílabas negras
las golondrinas,
dicen adiós, dicen adiós.
Vuela, vuela, vuela
golondrina,
Vuelve del más allá,
Vuelve desde el fondo de la vida,
sobre la luz,
cruzando el mar,
cruzando el mar.
Un cielo de barriletes,
muestra la tarde,
el viento en las arboledas,
cantando va,
y desandando los días,
mi pensamiento,
también se va,
también se va.
Cuando se acorten los días,
junto a mi sombra,
y en mi alma caiga sangrando,
el atardecer,
Yo levantaré mis ojos,
pidiendo al cielo,
volverte a ver,
volverte a ver.
Vuela, vuela, vuela
golondrina,
Vuelve del más allá,
Vuelve desde el fondo de la vida,
sobre la luz,
cruzando el mar,
cruzando el mar.