Qué lindos tienes los ojos y la mirada, qué triste.
será porque no tuviste niñez
con claveles rojos hay brillo de terciopelo
En tus pupilas doradas que contemplan irisadas
los lampadarios del cielo que contemplan irisadas
los lampadarios del cielo.
Qué lindos tienes los ojos y la mirada, qué triste.
Será porque no tuviste niñez con claveles rojos.
hay brillo de terciopelo en tus pupilas doradas.
que contemplan irisadas los lampadarios del cielo.
que contemplan irisadas los lampadarios del cielo.
Cortinaje damasquino entre luz de dos estrellas,
Son tus pestañas bellas y sedosas como un lino.
cual violaces cardenales en tu tersa piel morena
Son tus ojeras sensuales, no barrones de tu pena.
Qué lindos tienes los ojos y la mirada, qué triste.
Bajo su luz me tuviste y tendrás siempre de enojos.
bajo su luz me tuviste y tendrás.
Siempre de enojo.