¿Tienen los colmillos afilados?
¡Miguel!
La locura, la locura.
Chaua, chaua.
Dile, no estoy llorando, dile, dile, no estoy sufriendo, que si tenía un corazón pendejo, ya se lo llevaron los cuerpos y ahora, ahora no queda nada de aquello, aquello todo se acaba.
Mi amor se lo ha echado a los cerdos Quizás para mí eso fue lo mejor
papi papi te quiero ya tu en palabra pues no la creo tenías un falso centro
Y una espinita en el corazón Ay, dile, dile, no estoy llorando
Dile, dile, no estoy sufriendo Que si tenía un corazón pendejo Ya se lo llevaron los cuervos
Compadre Raffi Puente y Rafa Concel, los dueños.
Caíste, caíste por tu propio peso.
Lobita, lobita, ya no soy tu dueño De nada, de nada te sirve llorar
Es tu falsa palabra, ya no creo más.
Caíste, caíste en tu propio beso.
Lobita, lobita, ya no soy tu dueño de nada, de nada.
de llorar en tu falsa palabra pues no creo más
Y una cova internacional en Venezuela, el Yankee y el Jordan.
¡Osa Rafael Montes!
¡Pica!
Dile, dile, no estoy llorando Dile, dile, no estoy sufriendo
Que si tenía un corazón pendejo, ya se lo llevaron los setos.
No digas papi, papi.
te quiero, ya en tu palabra pues no la creo, tenías un falso sentimiento.
Y una espinita en tu corazón.
Decías que me querías.
Decías que me adorabas.
Pero cuando nacía de mí no te acordaba.
Aúlla mi lobita, aúlla loba vieja, que ya en tu fechoría
Ya no hay quien te la crea.
Chau, guau.
Súbele a Beto.
Dígale a Beto.
Pícale, pícale, dice así, a huya mi loíta.
Aúllalo a vieja, que ya en tu fechoría ya no hay quien...
Te la crea, aúlla, aúlla loba vieja.
Que ya en tu fechoría ya no hay quien te la crea.
Me engañaba, me decía que tú sola me querías.
Y debajo de las puertas hacia tu fechoría Y tu vida es una mentira, una mentira, una mentira Y a tu tiempo, tu tiempo ya se acabó
Me engañaba, me decía que tú sola me querías.
Y debajo de la cuarta hacia tu fecha orilla.
Tu vida es una mentira.
Una mentira, una mentira, una mentira.
Dice.
Ay, mamá.
Diga.
Dice, dice... ¡Distancia!
Aúlla mi lobita, aúlla loba vieja.
Tu fe lloría, ya no hay quien te la crea.
Aúlla, mamá.
Ja, ja, ja, huya loba vieja, que ya en tu pechoría.
pues no hay quien te la crea.
Caíste, caíste en tu propio peso, lobita, lobita, ya no soy
De nada, de nada te sirve llorar.
En tu falsa palabra, pues no creo más.
Pícale, pícale, locura.
