En los campos de mi Andalucía,
los campanilleros por la “madrugá”,
me despiertan con sus campanillas
y con las guitarras me hacen llorar.
Y empiezo a cantar,
y al sentirme, “to” los pajarillos
saltan de las ramas y se echan a volar.
Y al sentirme, “to” los pajarillos
saltan de las ramas y se echan a volar.
“Toa” las flores,
“toa” las flores del campo andaluz,
Al rayar el día, llenas de rocío,
Y que vienen a recordarme penas,
“Toitas”, “toitas” las penas que yo he conoció,
porque en tu querer tengo puestos
los cinco sentíos y me vuelvo loca
por poderte ver.
Pajarillos que estáis en el campo,
buscando el amor y la libertad,
recordadle al hombre que quiero
que venga conmigo esta madruga,
que mi corazón,
se lo entrego al momento que llegue,
cantando las penas que he “pasao” yo.
Que se lo entrego al momento que yo llegue,
cantando las penas que he “pasao” yo.
Se lo entrego al momento que llegue,
cantando las penas que he “pasao” yo.