Cuando mi nombre se borre, De la memoria del pueblo Y se interne en el olvido,
Será el viento que me nombre Entre las ramas del cedro En los palmares floridos
Cuando se apague mi voz, De los parrandos llaneros
Y aparatos de sonido,
Eso lo decide es Dios Que sean o no pasajeros, Los ramalazos que escribo.
Lo importante es lo feliz,
Que en esta llanura he sido,
Entre parrandas y amores, Entre alegrías y dolores Pero nunca resentido, Sin fallarle a mis labores Pa´lante y agradecido.
Mi canto le da el matiz,
A todo lo que he vivido
Y hay que ver y comprender Lo que hasta hoy desde el ayer, He ganado y he perdido Lo que falta recorrer Lo dado y lo recibido.
Alcaraván sabanero No me dejes solitario Si me encuentras afligido,
No sabes si “El Guerrero” Anda sufriendo un calvario Con un guayabo escondido.
Brisita fresca del llano Que vienes de los esteros Dale aliento a mis sentidos,
Para seguir de baquiano Con un mensaje llanero Con tu humilde dejar ruido.
En esta llanura queda
Parte de mi recorrido,
Pues quiero que mi final Sea en este suelo natal, Donde tanto he compartido, Brindando mi recital A mi público querido.
Ojalá Dios me conceda,
El gran deseo que le pido,
Marcharme en un plenilunio Y a la hora de mi fortunio, Ya en el último latido Las Tardes grises de junio Suenen y yo me despido