¡Ay, chiquitita!
¡Ahí le va pa' todas las bolas de borracho!
¡Para que me ayude a levantarla, bonito!
Pero antes, si eres tan amable,
Regálame un trago de algo, cabrón.
¡Hijo de su chingada!
¡No manches!
Ando valiendo, madre.
Me invita a festejar y no me invita a nada.
¿Verdad?
Es que me emocioné cuando te subiste, carnal.
¿Quién es el perro?
¿Qué le hace que sea
Pero machín.
Dale, dale, dale, dale, dale, dale, dale, dale, dale, dale.
Eso, carnal.
A esta parece que le ponen miel.
Sí, ¿verdad?
Y de hambre.
Cazaría de mi vida.
¡Si tú te vas!
que sería de mi vida, amorcito de mi alma.
Yo te juro que todo para mí terminaba
¿Perdón, me das?
Ya dale.
Por ti.
¡Échate una boca seca!
¡Qué chula!
se menciona está el cuerpo de la madre pensarlo
Tu beso en mi cielo, no podría soportarlo
Si naciste mi vida para que yo te amara
Llamaré hasta la muerte, aunque me condenarán.
Hasta la miel amarga, cuando el amor se acaba, cuando se acabe el feo.
Se nos ponga en el alma, por eso tengo miedo.
Que tú de mí te vayas el día que tú me olvides.
¡Quitita!
¡Chulá!
se le encinas al cuerpo nada más de pensarlo.
Sin tus besos, mi cielo, no podría soportarlo
Salud, carnal.
Y arriba, Concordia, Sinaloa.
¡Ese es un gritito, compadre!
Y arriba la Juárez Sinadoa.
¡Saludos para todas las bolas, borrachos!
¡Chivo!
Hasta la miel amarga
Cuando el amor se acaba, cuando se apaga el fuego, se nos congela el alma.
Por eso tengo miedo que tú de mí te vayas, que tú me olvides y más.
se me enchina hasta el cuerpo nada más de pensarlo.
Sin tus besos, mi cielo, no podría soportarlo
El aplauso fuerte para mi cachalito Carlos Arabia.