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Le Mochamos la Cabeza

La negra Linareshuatong
semplice86huatong
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Yo me río internamente cuando mi comay me cuenta que mi compadre salió a tomarse unas cervezas.

Y me dice comadrita, le juro que yo me muera, ese muergano salió con alguna sinvergüenza.

Con sabiduría le digo, comadre, quédese quieta, las cosas en ocasiones no son como usted las piensa.

Bien seguro que él salió a jugar gallo batea, pues bien sabe que a mi compa el juego lo desestresa.

Así como es mi coma, hay muchas en esta fiesta.

Hoy les digo con cariño, actúen con inteligencia.

Haga a un lado la pelea, compórtese más coqueta que el hombre que una tiene le encanta que lo consienta.

Entre mimos y besitos se dejan claras las cuentas.

Y le dice uno a su negro, cuidado si se tropieza.

Pórtese bien caballero, no cometa una torpeza, pues si se come la luz le mochamos las cabezas.

Le mochamos las cabezas, pues no hay necesidad de buscarse otra por fuera, porque la que tiene en casa lo ama de mil maneras.

Entonces no veo el motivo que vuelve la talanquera, el que yo tengo a mi lado a diario me toñequea.

Dice que soy la mujer más hermosa de la tierra y sin embargo lo tengo bajo la misma sentencia, que si se porta mal yo le mocho la cabeza.

¡Mujeres!

Y el que se coma la luz, le mochamos las cabezas.

¡Las cabezas!

¡Ja, ja!

¡Patesensarios!

¡Y agarren el carril, mi hermana!

Hay que ponerse las pilas y tener mucha paciencia, porque al hombre le fascina parrandear a rientas sueltas.

Nunca falte el amigote que le haga la propuesta, vamos a que hace fulano que la rumba está bien buena.

O vamos para la manga donde están las coleaderas, ahí hay mujer por demás en todas las talanqueras.

Justo allí es donde el serrucho se le tranca en la madera, a mí que los consejitos que doy en mi cantadera.

sea dulcita y bien melosa como la miel de colmena a la hora que le llegue

Deje la preguntadera, reciba lo picarona, armoniosa es mi risueña que así poquito a poquito le va recortando rienda.

Tenga la seguridad que a cada instante la piensa, se aparece con detalles regalitos y sorpresas, en ese instante aprovecha.

Y le dice con más fuerza, si se monta por la acera yo le mocho la cabeza.

Le mochamos la cabeza, porque usted tiene en su hogar una dama verdadera, que lo respeta, lo atiende y con mucho amor lo espera.

Yo le brindo la confianza de que ande por donde sea, que juegue bolas o barajas, domino lo que usted quiera.

Recuerde lo que mi Dios dijo al iniciar la era, en que el hombre y la mujer son una sola pareja.

Por si acaso se le olvida, le recuerdo la sentencia, que que si se corta mal yo le mocho la cabeza.

¡Mujeres!

¡Si se montan por la acera le volamos las cabezas!

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