En mi lento divagar
acrecienta mi dolor
la tristeza de estar solo...
Yo quisiera reaccionar
y arrancarme este querer
que me mata poco a poco.
Pero ¿cómo he de olvidarla?
Me hacen falta sus caricias
y es un fuego su recuerdo
que consume hasta mi vida...
He tratado de calmar
esta fiebre en otro amor
pero no no puede ser.
Todo me habla de su olvido...
¡Si ella viera cómo estoy!
Desgarrado y abatido
la reclama sin cesar
mi pobre corazón...
Agotado por la pena
que reflejo en el mirar
he perdido hasta la fuerza
para poderla llorar.