Siempre que llegaba el día
Mi cuerpo de a poco empezaba a temblar
Y me brillaban los ojos
Como los de un gato en la oscuridad
Y como mil mariposas
Dentro de mi vientre querían volar
Porque sabían que allí, en ese cuarto alquilado
Yo te iba a amar
Hoy me miré en el espejo
Despacio, en silencio, y lo pude notar
Que no había brillo en mis ojos
No había mariposas queriendo volar
Y me mató la amargura
De saber que tan poco me iba a durar
Que 120 minutos es todo lo que hay para mí en este mundo
Que aunque dé la vida, nunca estaremos juntos
120 minutos que se van deprisa
Como puñaladas, cortan y lastiman
A esta piel cansada de esperar la cita
Que se hace eterna porque no eres mía
(120 minutos) y otra vez la vida
Hace que tu ausencia me mande sin prisa
A caminar descalzo sobre las espinas
Que dejó el camino de tu despedida
Y me prohíbe a escondidas
Beber de tu piel desnuda
Porque ya está vestida
Esa es la ley del amante
Ser siempre el segundo, ser siempre ese par
Que ama cuando el otro puede
Sin derecho a nada, sin siquiera hablar
Pero, te juro, no puedo
Me mata la espera, me mata pensar
Que 120 minutos es todo lo que hay para mí en este mundo
Que aunque dé la vida, nunca estaremos juntos
¡Vamos todos!
120 minutos que se van deprisa
Como puñaladas, cortan y lastiman
A esta piel cansada de esperar la cita
Que se hace eterna porque no eres mía
(120 minutos) y otra vez la vida
Hace que tu ausencia me mande sin prisa
A caminar descalzo sobre las espinas
Que dejó el camino de tu despedida
Y me prohíbe a escondidas
Beber de tu piel desnuda
Porque ya está vestida
120 minutos, y otra vez la vida
Hace que tu ausencia me mande sin prisa
A caminar descalzo sobre las espinas
Que dejó el camino de tu despedida
Y me prohíbe a escondidas
Beber de tu piel desnuda
Porque ya está vestida