Anoche estuve conversando
con mi cigarrillo
y me sentí cansada
cansada aburrida y tan vacía
que a veces hasta pienso
que ni siquiera existo
que a veces hasta pienso
que ni siquiera existo.
Lo encendí muy lentamente
le dí una fumada
y al mirar el humo
que en el espacio se volatizaba
recordé tantas cosas
que tenía olvidadas
se las conté todas
mientras que lo fumaba.
Le conversé de tí
y de mis añoranzas
Le conté de tus besos
y de mis esperanzas
le conté de tu olvido
de mis lágrimas tantas
de aquello que vivimos
y que hoy se ha vuelto nada.
Le dije que es posible
que a mi nadie me quiera
porque he intentado
vivir a mi manera
porque me he negado
a pagar el tributo de bajeza y pecado
que hoy nos exige el mundo.
Que a lo mejor estoy acabada
o que la vida me ha vencido
que he sufrido y he llorado
que he luchado y he reído
y qué es lo que he ganado
por ser así tan comprensiva?
sólo vivir desesperada
en un mundo tan vacío.
Anoche estuve conversando
con mi cigarrillo
y al terminarlo pensando
me quedé entre suspiros
que en este verso triste
que es el mundo en que vivo
solo el me va quedando
como único amigo.