Menos mal que te encontré compadre en esta cantina, vengo dispuesta a beber hasta quedarme en la ruina.

Mi gran amor se me fue dejándome aquí una espina y creo que voy a tener que entregarme a la bebida.

Mi comadrita, cómo quisiera ayudarte.

que aconsejarte pa' que encuentres la salida pero lo más que puedo es acompañarte

y entre los dos tomarnos esta cantina.

A mí también me dejaron destrozado, suelito y abandonado por culpa de las intrigas.

Entonces, ¿qué?

¿Será que los olvidamos?

Y a fuerza de trago y trago le damos la despedida.

Salud, es por esa ingrata.

Salud, por ser tan maldita.

Salud, porque le entregué mi corazón sin medida.

Salud, por eso es ingrato.

Salud, por darles la vida.

Salud, por ese dolor que a mi pecho lo calcina.

Salud, porque el Dios del cielo al maluco lo castiga.

Escucharme al caraván es lo que más me lastima Tratándome de explicar por qué esa mujer me olvida Que un periódico de ayer sería para mí en la vida Y ahora me ves padecer comadrita en esta esquina Mi compadrito qué malo es enamorarse

y enguayabarse cuando el amor nos obliga.

Pero no importa, compadre, vamos pa'lante, y en este instante cuente aquí con una amiga.

A mí también me dejaron destrozado, solito y abandonado por culpa de las intrigas.

Entonces, ¿qué?

¿Será que los olvidamos?

Y a fuerza de trago y trago les damos la despedida.

¡Salud!

Es por esa ingrata.

Salud.

Por ser tan maligna.

Salud.

Porque le entregué mi corazón sin medida.

Salud.

Por esos ingratos.

Salud.

Por darles la vida.

Salud.

Por este dolor que mi pecho lo calcina.

Salud.

Es por eso ingrata, salud, por ser tan maldita, salud, porque le entregué mi corazón sin medida, salud.

Por eso es ingrato, salud, por darles la vida, salud, por este dolor que a mi pecho lo calcina, salud.

Porque el Dios del cielo al maluco lo castiga, salud.

Porque el Dios del cielo al maluco lo castiga, salud.