A ver.

Mi nombre es Eric Vázquez y la palabra es... hermano.

Ok.

Buenísimo.

Saludos a Eric de... ¡Viva México, cabrones!

Ah.

¡Oh!

¡Ah, ah, ah, ah, ah!

En base a lo que digo, mis victorias, mis derrotas, mis derrotas, mis victorias.

Mi hermana es Rosa Victoria, por ejemplo.

La vida me importa un bledo y mi segundo hermano se llama Rafael Alfredo, la tercera es Isabel, mis palabras si te queman.

Y la antes de mí se llama Anila Lorena y puedo decir que la vida se ha convertido en un infierno y es mentira.

Soy el menor y me llamo Ransé Guillermo.

Yo gobierno mi existencia.

Que te duele, que te hiere, que te lleva a otros niveles.

Comprenderme no se puede.

Las palabras son las que me anteceden.

Podría decir también que mi hermano es Enrique Pérez, pero ese de la calle desde hace un par de meses.

Rance Guillermo Menezes.

Palabras no se repiten.

Que mi corazón palpite para comprender lo profano y que en el mundo no le abundan más que nunca los hermanos.

Yo.

Hermandad, sentimientos de humildad, de comunidad, de unión, de pacifidad.

de búsqueda, de comprenderse, de amarse y de entenderse, no de castigarse yo, mis hermanos.

los que tengo los tengo de sangre los que tengo los que tienen hambre como yo esperando aquí en el ático a que del depósito nos vayan a caer los viáticos para comer en hermandad todos juntos en comunidad y en esa hermandad sentirnos toditos como hermanos bien unidos

Más unido que los siameses.

Las cosas a veces no son lo que parece.

A veces tu familia no se encuentra en casa.

Se encuentra en las calles.

No sé a este mundo qué le pasa.

La hermandad se ha perdido.

El clima de fraternidad se ha ido.

Y todo parece ser más violento y más engreído.

Yo no soy ruido.

Más bien sí soy ruido.

Pero el ruido que soy tiene su propia causa sin motivo.

Mis hermanos están en mí, en lo que digo como sí para ti.

Podría decirte que lo mío suena fuerte, cada vez que suelte yo cabe en mi léxico, ético, no, tampoco es pelén, penpético, eso está muy fácil para pegarlo, rimar por México, pero no, yo todo me lo complico a...

Méritos que puedo decirte va a sonar patético.

Mentira, no es ético.

Lo que yo suelto tal vez pueda ser más bien verí.

Dico magnífico o más bien sencillo a mi hermandad con su brillo, mis hermanos, los que están conmigo y los que me motivan a gastar mi saliva cada día de la semana entre vidas entretenidas, entre vidas tan complejas que nos convierten en personas que otras se asemejan.

Que mis palabras el corazón te rellenen, a veces somos hermanos por un código del ADN.

Lele, tus hermanos también son tus familiares, pero tus familiares a veces no son tus hermanos.

Todo se llena de contradicciones, ¿a dónde vamos?

Si no nos comprendemos como hermanos, nos amamos.

Vamos, que la hermandad pareciera desperdiciarse.

pareciera que ya no fuera que los sentimientos de la esfera se convierten en más violento y que parte hermandad unió

Y sustento para todo esto que llevas por dentro.

¿Qué quieres decirlo?

O mantenerlo y conocerlo y entenderlo.

Se convierte en lo difícil del teorema.

Entender que los hermanos están juntos para resolver sus problemas.

Más allá para disfrutar momentos buenos.

No me comprendo, ya no estoy lleno Me siento medio vacío como el vaso Desde el alba de los dias hasta el ocaso

A las palabras no hago caso.

Y si me da un Oscar acaso con la vida, es por mis propios aprendizajes.

Mis hermanos hasta la muerte.

Es mi pasaje y mi peaje.

Y mi alto octanaje.

Dicho, mejor dicho, mi falta de octanaje.

La pilata como mi hermano Ice Lee, que es de un óleo.

Venezuela no solo tiene petróleo, tiene gente que ama la hermandad, otra gente que ama la violencia y la falta de pasividad.

Pero como todo, mis palabras perfectas con vino.

Hermandad para todo el pueblo latino.

¡Ah, divino!

Que suenen estos ritmos, que no nos dejemos llevar por el pesimismo y comprendamos.

Que en el fondo, en el corazón nos amamos, hijos de la misma tierra, rey, todos somos hermanos.

¡Saludos!

A toda la familia de este proyecto, que no es familia de sangre,

sino de aprendizaje.

Yeah.

Bless.

Ahora sí, terminamos el disco.

Ya está listo.

Ya nos vamos.

Se acabó.

Que no nos linchen.

Tú lo sabes.

¡Huey, huey, huey!

Vamos en combo, busca cerveza.

¡Alba Quilombo!

¡Vamos en combo!

¡Vamos en combo!

¡Un paso en mesa!

¡Alba Quilombo!

¡Vamos en combo!

¡Bravo!