Vamos a seguir corriendo, mi compa Dimas, hasta Michoacán, por aquí su compa Vespirio, mis amigos, dice...
¡Hola viejo!
Ahí va pa' todos mis vales del estado michoacano, el lugar donde nací.
Ese apodo es el que traigo y aquí me voy presentando, siento orgullo ser de allí.
Desde morrando jalando, me ha crecido muy vago, ya nada me asusta a mí.
De México al otro lado, conozco varios estados, soy jalador a morir.
Y dice en el Michoacano, me cruceé de mojado y nunca me arrepentí.
Aunque deje mi familia, sabe que tenía que entrarle para mirar la tele.
Aunque nunca ha sido fácil, yo les sigo pa' delante como se los prometí.
Y si sufrí por todo eso, hasta llegar a estar preso, me zancudé y yo creí en la apariencia.
A toda la gente de Michoacán...
Me son cabrón pa'l negocio, los golpes son dolorosos, metro, presa y la sequía.
Trabajando por la rancho y con la pedra en caballo para abrazar el recorrido.
una super, pero la lumbre que escupe, esa es la arma que le quie.
También mi cuerno de chivo, que otro no lleva muy seguido, siempre lo hago sacudir.
Me ven estilo ranchero, con mi botaza y sombrero, es parte de mi bestia.
Con esas bodas en mi pecho, siempre las acaricio y beso, no crean que estoy presumido.
A mis padres agradezco por darme tantos consejos.
Saben que estoy pa' servir.
Barracho y compasco que nos aprecia el michoacano y siempre será así.
Me duele.