Se quedan sin sabor,
si estoy lejos de ti,
sienten el amargor
si es otro el carmín.
Mis labios como yo,
te quieren solo a ti,
se pierden en tu piel
y allí quieren morir.
Está mi habitación,
con ese olor a ti,
no dejo entrar el sol
para no permitir
que pueda iluminar
y no te vea aquí,
yo prefiero pensar
que vienes a dormir.
Tus ojos y los míos no pueden llorar,
se miran y se entienden, no hace falta más,
se mueren por tenerse cerquita los dos
y brillan como nunca
si ven que hablan de amor.
Tus ojos y los míos no pueden llorar,
se miran y se entienden, no hace falta más,
se mueren por tenerse cerquita los dos
y brillan como nunca
si ven que hablan de amor.
La voz de la razón
me quiere hacer pensar,
que olvide ese calor
y que no espere más.
Pero no encontraré,
te puedo asegurar,
ninguna otra mujer
a la que quiera más.
Aquí me quedaré,
sentado en el jardín,
donde hace poco que
me hacía tan feliz.
Porque aquí la besé
y la vi sonreír,
y sé que va a volver
porque me quiere a mí.
Tus ojos y los míos no pueden llorar,
se miran y se entienden, no hace falta más,
se mueren por tenerse cerquita los dos
y brillan como nunca
si ven que hablan de amor.
Tus ojos y los míos no pueden llorar,
se miran y se entienden, no hace falta más,
se mueren por tenerse cerquita los dos
y brillan como nunca
si ven que hablan de amor.
Si ven que hablan de amor...
Ay de amor.