Siempre que te pregunto qué, cómo, cuándo y dónde, tú siempre me respondes, quizás,
quizás, quizás. Y así pasan los días y yo desesperando y tú, tú contestando, quizás,
quizás, quizás. Estás perdiendo el tiempo pensando, pensando por lo que más tú quieras
hasta cuándo, hasta cuándo. Y así pasan los días y yo desesperando y tú contestando, quizás, quizás,
quizás, quizás. Y así pasan los días y yo desesperando y tú, tú contestando, quizás, quizás.
Estás perdiendo el tiempo pensando, pensando por lo que más tú quieras hasta cuándo, hasta cuándo.
Estás perdiendo el tiempo pensando, pensando. Ay, no lo pienses tanto, papi, hasta cuándo, hasta cuándo.
Ay, dímelo alto, así suavecito. Y así pasan los días y yo desesperando y tú, tú contestando, quizás, quizás, quizás.
Quizás. Ay, quizás, quizás, quizás.