¡Huy!
De la piedad michoacán vivía Gilberto el valiente,
ha sido en Apatzingán siempre con un perro negro
que era su noble guardia quería vivir con la Lupe
La novia de don Julián, hombre de mucho dinero,
acostumbrado a mandar, él ya sabía de Gilberto.
y lo pensaba matar.
Un día que no estaba el perro,
Llegó buscando al rival Gilberto estaba dormido
ya no volvió a despertar.
En eso se oye un aullido
cuentan de un perro del mar era el negro embravecido
que dio muerte a don Julián.
¡Fui!
Ahí quedaron dos cuerpos
Lupita no fue a llorar, cortó las flores más lindas.
como pa' hacer un altar, y las llevo hasta una tumba.
del panteón municipal.
Allí estaba echado un perro
sin comer y sin dormir quería mirar a su dueño
No le importaba vivir.
Así murió el perro negro.
aquel enorme guardián que quiso mucho a Gilberto.
y dio muerte a don Julián.