¡Ale!
¡Vamos allá!
Gracias.
¡Mierda!
Tras la detención, Elena es trasladada a la comisaría de Alascor.
Entra con dos monstruos de escuadra a la sala de cacheos, donde a puntos internos había instalado una cámara secreta.
Primero, las mozas le quitan los pendientes.
El furón, siguiendo el protocolo policial, cualquier objeto con el que la detenida pueda obsesionar.
Posteriormente, con las esposas puestas, le quitan bruscamente la ropa.
Le quitan también el sujetador, dejándola desnuda.
Las dos agentes miran al suelo a la detenida para quitarle las botas y le desabrochan el pantalón.
Elena se levanta sola del suelo a pesar de estar esposada.
Mantiene unas palabras con un ángel que le da una boquetada y la vuelve a tirar al suelo.
Ahí le atan las piernas y la levantan para trasladarla a los calabozos.
La detención acabó la mañana siguiente, cuando Elena salió de comisaría y se fue al hospital de la Valle de Abrón.
donde se entran hematomas que en el primer informe médico preso a su ingreso en las cortes.
No, figuras.
Ayer declaró ante el juez y amplió su denuncia por malos tratos.
Dice que otros agentes le pegaron en el caraboto.
Se acusará a todos por trato humillante y abuso de poder innecesario.
Continuado, continuado, continuado.
¡Gracias!
Tampoco se lo he dicho, eso se lo digo ya por todo.
¡Aguanta!
Eso es a mí, oh, ya por todo.
Eso es a mí, oh, ya por todo.
El aire de esta locura.
No unes codos con codos, el aire de esta locura.
No unes codos con codos.
Aquí en la calle se lucha.
Codo con codo.
Culebao, pit, lena, cae.
Abriendo fire.
Poder corrompe, rompe con la armonía del ser humano, entre manos por ruta se pasa la culpa, deforman la insuidad, deforman las normas, ya usan, destrozan las contiluciones, derrumban los simbolos de poder, llenando notas de muere, llenando las calles de flores, por gata, picar robada, por pesos calzotes, nunca dan en la cara, se esconden tras buenas acciones envenenadas.
Y suelta su peña como programada.
Cumplir la ojo de mandada.
Crear el cabo en la masa y luego llegar como salvadora.
Poner el control que necesitabas.
El palo como combate.
Como si nada pondrán la cabeza en su alma.
¡Eh!
¡Eh!
¡Eh!
¡Santeo!
Pareces tú sin sentido, ay que te desmadres, la baja que traes de verdía y sin verdor, ay que te desmadres, la baja que traes.
¡Vamos!
¡Ley!
